Después de leer esta pregunta, ¿en qué estabas pensando? La respuesta obvia es en el color de tu casa. Aunque este ejercicio parezca ordinario, tiene profundas implicaciones. La pregunta ha secuestrado momentáneamente tu proceso de pensamiento y se ha concentrado completamente en tu habitación. No le indicaste conscientemente a tu cerebro que pensase en eso; lo hizo automáticamente.
Las preguntas son poderosas. El hecho de oír una pregunta no es que afecte tan sólo la lo que nuestro cerebro está haciendo en ese instante, también puede dar forma a tu comportamiento futuro. Y eso puede ser un principio poderoso en el trabajo.
LAS PREGUNTAS EN LA MENTE
Las preguntas disparan un reflejo mental conocido como “elaboración instintiva “. Cuando se propone una pregunta, toma el control del proceso de pensamiento de nuestro cerebro. Y cuando tu cerebro está pensando sobre la respuesta a una pregunta, no puede contemplar nada más.